Sunday, June 14, 2009

Individualidad y el Esquema Ariel-Calibán en Cantos de Vida y Esperanza, Salutación del Optimista y Nocturno.



En esta obra Darío define su identidad cultural y emprende una defensa y redefinición de la hispanidad tanto en Europa como en América. Pese a alusiones peyorativas a la raza de Darío y a las acusaciones de afrancesado que vinieron de algunas críticas serias y sin duda causaron molestia al poeta; éste se vio a sí mismo como un heredero legítimo y natural al trabajo de la lengua española. Y al mismo tiempo como un poeta, solo e incomprendido.

La estructura completa de CVE es una oposición binaria entre la obra de Darío como vida y la muerte; lo notamos al hacer contraste del inicio con ‘Yo soy Aquel…’ y que ‘Lo Fatal’ cierra la obra. En ambos poemas la visión es directamente personal, sin embargo toca la universalidad porque Lo Fatal trata sobre la inminencia de la muerte y ‘Yo soy Aquel…’ toca épocas de la historia humana, referencias culturales, sensualidad y religión.

Sin embargo, otra oposición delimitable en la obra es la de dónde comienza el individuo como ser solitario racional y producto de sus propias ideas y lo que se adopta por circunstancias culturales, cosmovisión y época histórica.

Pese a la derrota militar por parte de EUA, España tenía una situación cultural de privilegio por tener tantas naciones alrededor del mundo que hablasen su mismo idioma. Esta circunstancia brindaba asimismo la oportunidad a escritores como Rubén Darío de compartir su obra con uno de los públicos más numerosos del mundo.

La cosmovisión española que también fue heredada a Hispanoamérica era (y sigue siendo) aristocratizante y eurocéntrica. Dicho eso, Darío era un hombre de su época: «Mi antiguo aborrecimiento a la mediocridad, a la mulatez intelectual, a la chatura estética, apenas si se aminora hoy una razonable indiferencia» esta afirmación cataloga lo negro (mulatez) y lo indígena (chato, por su fonética/paronomasia) como de mal gusto, mientras que lo correcto es «la aristocracia del pensamiento (…) la nobleza del arte».

A Darío no le era ajena la discriminación racial. Como mencioné antes su sangre indígena daba la pauta para una caracterización constante del yo lírico en su obra y motivo del constante cuestionamiento de su autenticidad por ser él tan ecléctico, clásico y estudioso de las innovaciones literarias de autores franceses.

Años de críticas y otras retroalimentaciones a su obra bastante difundida, enrumban el proceso creativo de Darío en una evolución que al llegar a CVE se hace una consolidación de la obra dariana como propia y subjetiva a la vez que redefine la hispanidad americana y europea. Como hispano, Darío se enfrenta a Calibán luego de años de enfrentarse como individuo a detractores de su misma cultura.

«La torre de marfil tentó mi anhelo
quise encerrarme dentro de mí mismo,
y tuve hambre de espacio y sed de cielo
desde las sombras de mi propio abismo.

(…)

Mi intelecto libré de pensar bajo,
bañó el agua castalia el alma mía,
peregrinó mi corazón y trajo
de la sagrada selva de la armonía.»

En estas dos estrofas el poeta delimita las dos soledades, cada una con sus propias características una es una torre de marfil y otra es la sagrada selva. Para hacer una torre de marfil primero es necesario matar una enorme cantidad de elefantes por otro lado el lugar donde vive el paquidermo es la selva.

La primera estrofa citada describe una retracción que en realidad es una prisión por términos como “encerrarme”, “hambre de espacio”, “sombras” y “abismo”. En cambio, “libré”, “peregrinó" y “selva de la armonía” son algunos operadores semánticos de la segunda estrofa. Sin embargo en la segunda estrofa citada Castalia es prisionera de Apolo que la ha convertido en agua que lava (redime) el alma del poeta.

«…trajo / de la sagrada selva de la armonía.» muestra un fruto (obra literaria) que es parte de optar por el camino de esta estrofa de liberación. La estrofa de la torre de marfil tiene como desenlace el verse en un abismo de (creado con/por) temores personales, un infierno en lenguaje judeo-cristiano.

Además de verse un oposición artificial-natural. A nivel de las delimitaciones de este poemario en su conjunto, podemos ubicar esta dualidad dentro de las distintas formas de identidad que Darío cultiva. En la individualidad del poeta la torre de marfil es lo material artificial y la selva sagrada es lo natural espiritual.

Dentro de la hispanidad, la torre de marfil es la prisión de las formas viejas de hacer literatura que querían imponerle sus detractores; y la selva sagrada el poeta encuentra una nueva forma de ars poética que le es natural. Dentro de la oposición de España e Hispanoamérica a EUA, EUA es la torre de marfil e Hispanoamérica es la selva.

Salutación del Optimista en su primer verso «Ínclitas razas ubérrimas…» cae en el racismo hispanocéntrico que estaba (y está) tan de moda en Hispanoamérica. Muchas veces en Darío hay un enaltecimiento de lo indígena y hasta lo africano en su obra, sin embargo la ideología colonial de España y su relación cultural con esta nación ha sido aceptada por una enorme mayoría de los autores hispanoamericanos.

Este hispanocentrismo sin embargo, sólo representa una realidad parcial porque por ejemplo Nicaragua es una nación en donde durante toda su historia el español ha sido sólo uno de los idiomas que se habla. La conceptualización de la nicaraguanidad siempre ha dejado por fuera esa realidad para adaptarse a la visión española de ellos poseer su América. En Nicaragua esta visión se ha manifestado hasta en el presente a través de un proceso de colonialismo interno en la costa Caribe y contra todos los grupos indígenas del país.

España tiene una historia realmente trágica como imperio. Por falta de política monetaria sufre la más grande inflación en la historia de la humanidad y las ganancias del oro americano terminaron en manos de comerciantes que vendían sus mercancías en España a precios inflacionarios. Y por su visión aferrada al medioevo se pierde de invertir en tecnología de las revoluciones industriales e implementarla en la producción de sus colonias, Inglaterra no pierde esta oportunidad. Asimismo su modelo de sociedad no promovía la productividad sino una serie de valores precapitalistas y medievales.

El poeta sin embargo, adopta esta línea de pensamiento porque es un hispanoamericano del Siglo XIX y es lo mejor que puede hacer para su carrera literaria y su relación con sus lectores y los otros escritores de la lengua española. Darío se siente cómo que está tomando bando dentro de la latinidad y se apropia de todo su bagaje, ahora que los norteamericanos habían destruido a la marina de España. A los españoles les iba a importar poco que fuera un indio-negro el que les ayudase a reconstruir un pensamiento apegado a sus valores.

Darío en este llamado a la movilización cultural e identitaria opone a la vida: «…sangre de Hispania fecunda», con la muerte: «…retrocede engañada la muerte» notemos que como el tono del poema es alentador, la muerte sólo está en una forma hipotética o como amenaza, pero lo que es más dominante es el vitalismo.

Nocturno, es parte de la muerte según la ve el yo lírico. La obra cierra con la angustia de “Lo Fatal” sin embargo en nocturno el placer (una constante de toda la obra dariana) como dolor yuxtapuesto con dipsomanía, silencio e insomnio. En este poema gris opuesta a la muerte está la vida a través del recuerdo, sin embargo por el estilo del contenido es una vivencia triste y melancólica, «I miss the comfort in being sad», como diría Cobain.

También existe una relación intertextual con la obra de Calderón de la Barca: «el pensar un instante que pude no haber nacido / y el sueño que es mi vida desde que yo nací». La vida como un sueño es una concepción espiritual y hoy en día es pálida en comparación con las once dimensiones de la teoría de las cuerdas o la existencia de universos paralelos. El poeta lucha en su mente con sus recuerdos y el misterio de la vida, rodeado de noche y silencio.

«Como en un vaso vierto en ellos mis dolores
de lejanos recuerdos y desgracias funestas,
y las tristes nostalgias de mi alma, ebria de flores,
y el duelo de mi corazón, tiste de fiestas.»

En esta estrofa se construye la imagen arquetípica del bohemio en un momento de soledad. En las escenas mitológicas con la sensualidad de las ninfas y las violaciones por parte de sátiros y dioses. Es similar a la ambientación de un video de rap, en donde todo es placer sensualidad y cortes de cámara a los atributos más favorecidos y lúdicos del ideal estético encarnado por La Mujer. Nocturno sin embargo, es más similar a “In the Air Tonight” de Tupac Shakur un poeta que perfectamente podría ser Calibán.